Uncategorized – The Pollinator: Creation Care Network News http://news.lwccn.com Headlines, opportunities and prayer needs from around the world. Fri, 02 Aug 2024 14:53:04 +0000 en-US hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.6.2 https://i0.wp.com/news.lwccn.com/wp-content/uploads/2024/03/cropped-pollinator-icon.png?fit=32%2C32 Uncategorized – The Pollinator: Creation Care Network News http://news.lwccn.com 32 32 164541824 God made us territory http://news.lwccn.com/2024/08/god-made-us-territory/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=god-made-us-territory Fri, 02 Aug 2024 10:22:59 +0000 http://news.lwccn.com/?p=1713 Original en español aquí

We often make a distinction between who we are and the place where we live and relate to each other, as if the territory we inhabit does not influence us directly. This distinction is made even from within our Christian faith, where we tend to recognize ourselves as stewards of creation. While a valuable affirmation, this has at times led us to make assumptions that place us in superiority to the other beings that God has created.

That is to say, because we are stewards of creation, we sometimes believe that the future state of creation depends solely on us. However, as humanity, we must be held to account for many aspects of the deterioration of the Earth. Seeing ourselves as the saviors of God’s creation in a vertical relationship is a perspective that is distant from biblical truths.

Recently, during a visit to a mountainous region inhabited by the Wiwa people (Colombia), and in conversing with Christian brothers and sisters from different native peoples, we tried to put on the table some affirmations that also exist from our cultures about the territory and the people who inhabit certain geographical spaces. It was beautiful to recognize that in many of our cultures the Divine presence is affirmed since the beginning of time, in some cultures this presence is known as the Creator and Shaper of the universe, who created us in interdependence with the territory, created the human being as part of the geographical space.

What does it mean for native peoples to recognize themselves as a territory? Although my reflections fall short in expressing the depth of this statement, some thoughts that I can share are: we are territory, because we feed on what is produced in this portion of land, we are biologically constituted by elements, nutrients, vitamins, in common with other living beings in our environment; we are territory because our sensitivity to certain sounds, such as the song of certain species of birds, the sound of the streams running through the paths, the rustling of certain animals, are part of the familiar, the everyday, the normal, this defines much of the way we think and feel; we are territory because we visualize ourselves as a small being in the immense creation of God, building houses that try not to alter and affect the rest of the great shared home; we are territory, because we inherited from the rays of the sun and from our grandparents the color of our skin; because our arms, our lungs, our legs and heart, are the way they are and work the way they work, because we are at a certain height with a certain diet and with activities that in that geographical space we can do and therefore, be.

Are these statements far removed from the Scriptures? I have thought a lot about some biblical texts, such as Isaiah, when God speaks about the creation of a new heaven and a new earth, linked in a direct way to a happy people, full of joy (Is. 65:17-25). And I am also captivated in calling to mind the many stories in which Jesus spoke of the Kingdom of God, using natural examples from his own territory, that is, the way of feeling, thinking and living, reflected in the teachings of Jesus, which was completely linked to his familiar environment, the everyday, his normality.

In drawing these thoughts together, I would like to invite us to question ourselves, today with so much concrete, in the face of so much modernity: how is our relationship with the environment that forms us physically, biologically, and in our feeling and thinking? What challenges does the church face today to fully recognize itself as part of the territory it inhabits?

We pray. Dear God, Creator and Shaper of the universe, thank you for making us part of the ecosystems you created, we recognize that we are interdependent with all your creation. Please give us the humility to be sensitive to what surrounds us, to dream and rebuild that harmonious relationship with the territory that also forms us.

Benita Simón Mendoza
Lausanne Catalyst for Creation Care

Benita Simón Mendoza is a Mayan Kaqchikel woman from Guatemala. She works locally on environmental restoration issues and has recently joined the Lausanne team of creation care catalysts.

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Dios nos hizo territorio http://news.lwccn.com/2024/08/dios-nos-hizo-territorio/?utm_source=rss&utm_medium=rss&utm_campaign=dios-nos-hizo-territorio Fri, 02 Aug 2024 09:32:55 +0000 http://news.lwccn.com/?p=1710 English translation here

Artículo de Benita Simón Mendoza, Catalizadora de Lausana para el Cuidado de la Creación
Benita Simón Mendoza es una mujer maya kaqchikel de Guatemala. Trabaja localmente en temas de restauración medioambiental y se ha unido recientemente al equipo de Lausana de catalizadores del cuidado de la creación.

A menudo solemos hacer una distinción de lo que somos, con el lugar en que vivimos y nos relacionamos, como si el territorio que habitamos no influyera en nosotros de manera directa. Incluso desde nuestra fe cristiana, solemos reconocernos como los mayordomos de la creación, y claro, esta valiosa afirmación, en algunos momentos nos ha llevado a otras suposiciones que nos colocan en superioridad de los otros seres que Dios ha creado.

Es decir, por ser mayordomos de la creación a veces creemos que el estado futuro de la creación depende únicamente de nosotros y nosotras, si bien, como humanidad tenemos culpa en muchos aspectos del deterioro de la Tierra, vernos como los salvadores de la creación de Dios en una relación vertical, es una perspectiva distante de las verdades bíblicas.

Recientemente en una visita a una región montañosa en la que habita el pueblo Wiwa (Colombia), conversando con hermanos y hermanas cristianas de distintos pueblos originarios, tramos de poner sobre la mesa algunas afirmaciones que existen también desde nuestras culturas sobre el territorio y las personas que habitan determinados espacios geográficos. Fue hermoso reconocer que en muchas de nuestras culturas se afirma la presencia Divina desde el inicio de los tiempos, en algunas culturas esta presencia es conocida como el Ser Creador y Formador del universo, Ser que nos creó en interdependencia con el territorio, creó al ser humano como parte misma del espacio geográfico.

¿Qué significa para los pueblos originarios reconocerse a sí mismos como territorio? Aunque mis reflexiones se quedan cortas para expresar la profundidad de esta afirmación, algunos pensamientos que puedo compartir son: somos territorio, porque nos alimentamos de lo que se produce en esta porción de tierra, nos constituimos biológicamente por elementos, nutrientes, vitaminas, en común con otros seres vivos de nuestro entorno; somos territorio porque nuestra sensibilidad a ciertos sonidos, como el canto de ciertas especies de aves, el sonido de los riachuelos recorriendo los senderos, el crujido de ciertos animales, forman parte de lo familiar, lo cotidiano, lo normal, esto define mucho de la manera en cómo pensamos y sentimos; somos territorio porque nos visualizamos como un pequeño ser en la inmensa creación de Dios, construyendo viviendas que procuren no alterar y afectar el resto del gran hogar compartido; somos territorio, porque heredamos de los rayos del sol y de nuestros abuelos el color de nuestra piel; porque nuestros brazos, nuestros pulmones, nuestras piernas y corazón, son como son y funcionan de la manera en que funcionan, porque estamos a una altura determinada con una dieta determinada y con actividades que en ese espacio geográfico podemos hacer y por tanto, ser.

¿Estas afirmaciones estarán lejanas de las Escrituras? He pensado mucho en algunos textos bíblicos, como en Isaías, cuando Dios habla sobre la creación de un nuevo cielo y una nueva tierra, vinculado de manera directa a un pueblo feliz, lleno de alegría (Is. 65:17-25). Y de manera cautivante recuerdo también tantos relatos en los que Jesús habló del Reino de Dios usando ejemplos naturales de su propio territorio, es decir, la manera de sentir, de pensar y de vivir, reflejada en las enseñanzas de Jesús, estaba completamente ligada a su entorno familiar, lo cotidiano, su normalidad.

Pensando en esto, quiero hacer la invitación a cuestionarnos, hoy en día con tanto concreto, ante tanta modernidad, ¿cómo es nuestra relación con el entorno que nos forma de manera física, biológica, y, en nuestro sentir y pensar? ¿Qué desafíos vive la iglesia hoy para reconocerse de manera plena como parte del territorio que habita?

Oramos. Querido Dios, Creador y Formador del universo, gracias por hacernos parte de los ecosistemas que creaste, reconocemos que somos interdependientes con toda tu creación, por favor, danos la humildad para ser sensibles a lo que nos rodea, para soñar y reconstruir esa relación armoniosa con el territorio que también nos forma.

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